martes, noviembre 07, 2006
Rituales
Todos tenemos lugares donde de forma consciente o inconsciente reclamamos calma, una especie de templo donde realizamos nuestros rituales. Encendemos velas, quemamos incienso, escuchamos música que nos hace vibrar y estar presentes, leemos, escribimos, pintamos, creamos. Cuando conseguimos eso, nuestra energía repara los pesares y los malos pensamientos se alejan. La duda y el miedo abandonan esa quietud y, sin tensión, sin agitación mental, recibimos la voz de nuestro interior, la voz del silencio. La intuición nos guía y conectamos con nuestros sueños. Vemos la perspectiva del camino que queremos seguir y recuperamos la fuerza para continuar sin perdernos.
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