jueves, abril 26, 2007

Lugares del camino (12)

Mula (Murcia)

viernes, abril 20, 2007

Arte

No es algo que se pueda definir en términos inventados por los hombres. El arte está en todo lo que surge de la verdadera esencia que compone el universo, no puede definirse en términos tangibles, no es el soporte, es el espacio que existe en ese soporte. Tanto las palabras como la pintura o cualquiera que sea la lengua utilizada, debe romper cualquier estereotipo o barrera racional para permitir asomarse al misterio, al vacío primordial donde el hombre se asoma en busca de la verdad. Por lo tanto, una creación artística no es sino una catarsis que sitúa al hombre en contacto con su verdad interior, le permite conectarse con su porción del todo, bebe de ella, se alimenta y la trae consigo a la realidad. El arte sana a la persona y alumbra al mundo y no puede medirse en términos de masas, no es arte lo que es apreciado por muchos, lo que es retribuido con ganancias materiales. El arte es la búsqueda de uno mismo, el viaje incesante hacia el “dios interior”, el que nos da un sentido, el que nos conecta con el todo, el que nos permite sentirnos uno con lo que nos rodea. Cuando estamos frente a un paisaje, una melodía o cualquier obra de arte en términos de verdad universal, sentimos el misterio, la presencia interior que se manifiesta a través de la consciencia, nos convertimos en el observador que vive el presente, sin saber el por qué pues no se puede atrapar con palabras. Uno sabe que hay un sentido en todo eso, el arte es el ejercicio de encontrar ese misterio en nuestro interior y beber de él para sentir que no estamos separados del mundo, sino que formamos parte de la energía que lo transita todo. El arte no es un acto social ni un conjunto de técnicas, el arte no está en la forma tanto como en el fondo, en los espacios que quedan retenidos en la obra, en el silencio que se advierte alrededor de ella. Cuando se lee un libro no es tanto la habilidad del escritor de utilizar el lenguaje como la liberación de romper las estrategias de la mente y sentir la liberación, alcanzar el espíritu mismo de uno mismo. Igual que el artista crea impulsado por una necesidad primordial que va más allá de las maquinaciones sociales, el que se encuentra frente a una obra de arte debe afrontarla no como un ejercicio de análisis y descripción de la obra, sino como un acto íntimo, absolutamente honesto y personal. De ello dependerá que pueda compartir con la obra y alcanzar el silencio que subyace en esta. Igual que un amanecer no es percibido de la misma forma por dos personas, una obra de arte no puede ser observada a través de un manual de instrucciones ni con complicadas disertaciones de los eruditos de turno. Uno se sitúa ante cualquier momento, cualquier situación, cualquier objeto, con suma humildad, en contacto con su interior, con los sentidos abiertos de par en par y dispuesto a recibir. Es por eso que el arte no es algo que pertenezca a nadie ni tampoco es una fórmula a seguir, es algo que no se puede poseer, que no se mide en términos materiales. Esa forma de arte es solo un negocio construido para crear distancia con la verdad que nos sitúa a todos al mismo nivel, con las mismas oportunidades. Del mismo modo que solo amamos realmente aquello que no podemos poseer, aquello a lo que no nos une el miedo ni las emociones tramposas de la mente, el arte no puede ser restringido, ni puede ser considerado en términos económicos pues es anterior a todo eso es un movimiento de introspección del alma humana que camina hacia la evolución, hacia la ruptura de las barreras con lo que nos rodea. Hay arte en todo lo que nos rodea, a todos los niveles, cualquier acto verdadero de creación en el que reina el amor y el acto noble de extraer de dentro lo más puro de uno mismo. No importan las formas, solo son técnicas que soportan el misterio, que tratan de convertirlo en algo tangible. El arte es una corriente de energía que se mueve gracias al ejercicio poético de observarse y que permite una relación de los hombres entre si y con su entorno más consciente y reveladora..

domingo, abril 15, 2007

No al miedo

Hasta dónde llega el miedo que su marca va impresa hasta en los genes, heredado de nuestros ancestros que enfrentaron antes que nosotros el abismo de la incertidumbre. Ay de esta mente compulsiva que todo lo pretende y no me deja, que solo puedo amar verdaderamente lo que no tengo. Por eso decidí que mi vida fuera un viaje, no quedarme, alejarme de un lugar sin aferrarme, descubrir uno nuevo para no acomodarme, saborear casa segundo sabiendo que no volveremos a encontrarnos. Y cuando mis huesos dejaron de responderme y hube de encontrar un lugar donde descansarlos, quise buscar el amparo de este bosque donde las soledades no auyentan mis silencios. Con mi frente surcada de arrugas rememoro los momentos y por fin puedo decir que he aprendido a ser libre, todo cuanto he vivido lo he amado intensamente, no he dejado que el miedo me quiebre, nada he poseido, no se puede controlar el misterio de la existencia.

viernes, abril 06, 2007

Con alma de árbol

Nací con alma de árbol, entregada mi semilla al viento con anhelo de encontrar la tierra en la que arraigar. Al principio aprendí a esperar, sabía que tendría mi oportunidad y debía observar, beber de mi interior antes de poder gozar del agua fresca y los minerales de la buena tierra. Así llegó el momento en el que pude entrar en el suelo, conocer sus secretos y formar parte del mismo sueño. Él me dio fuerzas, con humildad me acogió en su seno y yo sujeté su piel con mis raíces mientras empezaba a ascender al cielo. El mundo comenzó a cambiar, la sed que me hacía temer se calmaba con el agua fresca que corría cerca de mí, aprendí a buscarla, aprendí a esperarla, aprendí a amar al cielo y sus ciclos que la entregaban. Rompí las formas para dar a luz a mis hojas con las que pude respirar el aire y devolverle la gracia con el oxígeno de la vida. Fui alzándome en una nueva búsqueda, la energía que caía del cielo, debía encontrar de dónde procedía, escuchaba su voz llamándome para que creciera y no me entregué a la tierra pero tampoco me aparté de su vera. Así encontré que el mundo crecía y que el estrecho margen del cielo se desplegaba y se movía, mutando a negro en las noches, de luna y estrellas. Cada vez era mayor el amor de mi alma, la dicha de sentirme parte de lo que mis sentidos captaban, al fin encontré el sol desde lo alto de la montaña. Ascendí hasta saborear la brisa salada que me hablaba de que el agua de mis venas algún día se fundiría con el mar y desde entonces, canto con la tierra, danzo con el aire y anhelo la inmensidad del agua que me trae aromas de eternidad.

miércoles, abril 04, 2007

Sincero

Estoy aquí de nuevo, pastor de soledad perpetua, habitante de silencios y adorador de palabras sinceras. Tras un largo tiempo, regreso a ellas tras echarlas tantísimo de menos. Vengo de enfrentar la oscuridad para dar una oportunidad a mis ojos, tan jóvenes y tan cansados. Ha sido una larga espera pero ahora, de nuevo frente a frente con el blanco fondo de la mar serena, siento que ha valido la pena y que regreso con nuevas fuerzas, con nuevas esperanzas, con la gratitud de quien se entrega y lo da todo y muere para comprobar que después de la muerte, la de la mente que todo lo maneja, uno es más libre.
Regreso para sequir depositando en este lugar mis emociones sinceras, mi corazón abierto, espero que desde mis soledades sigan llegandoos mis palabras, que estas no mueran. Espero que quien quiera compartir algo venza su miedo y que quien lo haga, que sea sincero.
 
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