jueves, septiembre 08, 2011

De los personajes planos

Los personajes de una novela se dividen en personajes redondos y personajes planos. Los personajes redondos son los protagonistas de la trama, la historia gira entorno a ellos y se va conformando con su evolución y todo aquello que les ocurre. Se les da a conocer de forma profunda, con los distintos pliegues de su personalidad, les vemos desarrollarse a lo largo de la novela pues ésa es la historia. Los personajes planos serían los secundarios. Personajes de los que solo conocemos algunas facetas y que están al servicio de la historia. Lo que les ocurre, lo que dicen, permite que la trama avance y que el texto fluya. Conocemos de ellos solamente lo que el autor nos muestra y aparecen y desaparecen en función de las necesidades de la obra.

Reflexiono sobre todo esto después de leer algunos periódicos y revistas. Por ellos desfilan a diario médicos eminentes, prometedores empresarios, investigadores, escritores, políticos etc. y año tras año da la sensación de que se va repitiendo una trama que nos habla una y otra vez de lo mismo. Es como si estos medios tuvieran muy establecida su trama y que todas estas personas que aparecen en sus páginas fueran personajes planos, al servicio de la historia que nos quieren vender. Se nos presentan de forma superficial, con estereotipos fáciles, frases hechas, nos aportan casi siempre distancia con ellos. Parecen una excusa para que el autor nos dé su opinión. No se nos presentan seres humanos que nos puedan inspirar en el día a día. Pareciera, al menos a mí me lo parece, que es para todo lo contrario. Para que establezcamos etiquetas en vez de personas y que, al comprobar que no somos como ellos, que tenemos que lidiar con nuestras luces y nuestras sombras, tomemos una decisión. Decidir que esas personas constituyen metas inalcanzables y que debemos bajar la cabeza ante esos “genios” o que nos propongamos seguir ese camino, nos coloquemos nosotros esa etiqueta y que comencemos la carrera.

Cada vez hay más personas que saben de la importancia del marketing y de la trama mediática que reina. Su objetivo fundamental no es otro que aparecer en primera línea pública, jugar a ser los personajes planos que demandan los medios, llenar las paredes de su oficina de títulos y medallas, vivir por y para la etiqueta. Todo ello se consigue fácil si uno se lo propone. Si vive como un personaje plano y acalla todo lo demás. Todo funciona como una red de favores, donde el objetivo es ese, aparecer en primera línea mediática. Estos personajes van engordando sus estadísticas y ascendiendo en la pirámide del ego. A su vez, son utilizados por la red que habla por medio de su imagen y de su currículum. Nada más.

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