martes, enero 30, 2007

Confianza

Algo se estremece dentro cuando azota el viento de la inseguridad. Hechos como estamos de pedacitos de eternidad, nos identificamos con lo efímero, dando forma a los miedos que cincelan la calma y nublan el camino. Hay momentos en que nada nos parece posible, en los que el cambio nos atemoriza, en los que no estamos seguros de ser lo que somos. Un día cambia nuestra percepción y nuestros sueños parecen convertirse en amenazas que nos arrojan a la corriente de la ansiedad. No sabemos si creemos, no sabemos si estamos errando, no percibimos siquiera el aire que siempre corre ni vemos la luz como en los días serenos. Si, algo se estremece bajo la piel, la tensión de un mañana que amenaza como una losa a punto de caer sobre nosotros. Pero algo sucede, algo emerge de la turbidez del día y una señal se perfila delante de nosotros descubriéndonos el instante. Volvemos al momento y nos centramos en el ahora, una luz perfora la armadura del miedo y la duda y volvemos a prescindir del tiempo para ver de nuevo el camino bajo nuestros pies. Unos ojos que brillan, unas palabras que se dirigen a nosostros desde el otro lado de un libro, de una voz que nos reclama, de una canción que nos devuelve a la infancia, de una tristeza que nos acaricia con dedos de humildad. Entonces volvemos a observar alrededor nuestro, a contemplar el mundo real y no el de nuestros embelesos, apartamos los quebrantos producidos por nuestra mente al tratar de capurar el tiempo y reafirmamos nuestro juramento. Seguir caminando, seguir luchando para atraer hasta este mundo nuestros sueños. Confiar en que nuestro corazón nos guiará desde el silencio.

lunes, enero 29, 2007

Lugares del camino (10)

Las dos caras del sol

La tristeza (para misunderstud)

La tristeza nos puede presentar los desgarros del alma y enviarnos al abismo de la depresión si nos identificamos con ella. Pero también nos presenta la oportunidad de escuchar el silencio y entrar en contacto con nuestros anhelos y nuestros sueños. Si la recibes y la escuhas sabiendo que es una de las caras con las que se manifiestan las señales del camino, no habrás de temerla y las lágrimas arrastrarán y se llevarán los ruidos que nos apartan del mundo. Es por esto que hay que brindarle una copa y no temerla, aprendiendo de ella y sabiendo que ahí está la alegría dispuesta a recibir al hombre que lucha y acepta sus cicatrices para afrontar la vida con la pasión del guerrero.

miércoles, enero 24, 2007

La rabia

Sabes que nuestra amistad hace tiempo venció al olvido y rompió la distancia. Con el paso de los años creció sin amedrentarse por los golpes sufridos y aún hoy siento que recibes las palabras que escribo antes de dibujarlas sobre el papel. Hoy aprieto los dientes pensando en ti pues el viento de esta mañana me ha traído malas noticias. Hace tiempo que la muerte te persigue y aún así no te cansas de luchar. Quiero con mi rabia conjurar este día para que la energía de este bosque abrase el dolor, que no habrá sufrimiento que no comparta contigo y fuerzas que me haya de guardar sin depositarlas al lado de mi amigo. Quebraré la noche de tu vida si es luz del día lo que necesitas, tocaré al viento las canciones que compusimos si es esperanza lo que anhelas y si al fin eliges la muerte me interpondré en el camino del olvido, la rabia me hará lanzar el último hechizo y una parte de mí se marchará contigo.

Lugares del camino (9)

Eclosión de la primavera en Cieza

lunes, enero 22, 2007

Añorando las hadas

El momento humea como una leve cortina de humo que trepa en un fondo de calma. El sol se cuela por la ventana y me arranca poco a poco de la cama. Siento cómo el sabor de los últimos sueños aún baila en mi memoria, cada vez más lejano, cada vez más extraño. Sé que en unos instantes ya no podré recordarlos, ya no podré siquiera explicarlos y solo rezará en mi interior una sensación que perdura, un susurro sordo que apenas si late con mis latidos. Ni en estas soledades conseguirá el pastor recuperar el rebaño que se fue al caer el telón de los lugares mágicos, pasará el día añorando las hadas que trazaron de oro los recuerdos, que sujetaron a las estrellas aquellos instantes casi desaparecidos. Lloraré una vez más por los que se han ido, por aquellos que esta mañana se despidieron otra vez de mí.

miércoles, enero 17, 2007

Señor de sus pasos

Donde caminan las palabras y las notas soplan batiendo hojas y ramas
La calma pintaba un cuadro de colores claros
Solo se oía el susurro intermitente de unos pasos que se acercaban
Aullaba la mañana solitaria cuando se encontró con aquella figura extraña

Un hombre envuelto en la zozobra se bate en duelo con el silencio
Ya no lo teme, ya no lo huye
Sus manos visten la pluma afilada que se hunde y se clava
De sus ojos se desprenden trocitos del alba,
Ya es señor de sus pasos.

El viento canta al nuevo día
La bruma deja pasar apenas unas chispas de luz
Danzan los colores y arrullan los pájaros Se esconden los fantasmas.

Lugares del camino (8)

Atardecer en el Majal Blanco

domingo, enero 14, 2007

¡ Que vuelen !

Deja que vuelen tus sueños amigo mío, tomen la forma que tomen, déjalos que vuelen...

Si son palabras, deja que el silencio las ampare y la calma las abrace, deja que dancen y rasguen los corazones.
Si son fotografías o pinturas, que ellas desvelen, que ellas entreguen, que ellas reflejen lo que hay dentro de tí. Que al mirarlas vivan, si, que vivan por sí mismas y quien quiera ver que mire, que ahí hay una gota de silencio, un grito sereno, alguién se entregó a su soledad y trajo algo de sus adentros.
Si hay música en ti, no te preocupes por el ruído, que tus notas lo acallen y lo rompan en silencios. Que los que gritan enmudezcan y los que discuten se abracen. Toca amigo mío y no dejes que se pudran las canciones, que salgan de ti rompiendo tumbas, agrietando miedos. Si alguna lágrima se escapa, que con ella se vayan tus penas.
Danzaremos los que escuchamos las soledades para que nos lleguen las voces, que hay mucho por hacer, mucho por vivir.

Si en este momento estás triste amigo mío, déjalos que vuelen, tomen la forma que tomen, déjalos que vuelen...

jueves, enero 04, 2007

Lugares del camino (7)

Olivo milenario (Ricote)

martes, enero 02, 2007

escúchate y anda

¡Que no se extinga el arte!, que no se extingan los caminos misteriosos ni las luces que guían, que no pierdan la esperanza los que añoran la verdad y la pureza. Que no escondan los hombres su llanto ni alejen de su vida las voces, que se atrevan a mirarse y a enfrentarse que todos tenemos sombras, que todos tenemos luz. Que no se marchiten los dones y se pudran los sueños, que el miedo y la inseguridad no nos arrebate el color que nos hace únicos. Atrévete a asomarte al abismo misterioso, no tengas miedo de escuhar lo que tu corazón te dice aunque a veces sea triste, porque todos somos imperfectos, todos estamos luchando. Busca tu arte, tu creatividad, que ella es un camino que te permitirá ser uno con tu interior, no te metas el traje de nadie y vive por ti mismo. La soledad es una compañera con la que hay que aprender a asentarse pues luego saben mejor las compañías pues uno siente que elige, que no es otra persona, que no es otra cosa que uno mismo. Yo me libré de la carrera para disfrutar andando, de mis caídas y mis triunfos, de todos he aprendido, que soy uno más, uno que quiere seguir siendo un niño, al menos de no perder lo esencial de mis sueños, creerme que hay luz en el mundo, magia en la calle, voz en los árboles y una fuerza que corre por todo el universo y late dentro de mí...
 
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