viernes, abril 20, 2007

Arte

No es algo que se pueda definir en términos inventados por los hombres. El arte está en todo lo que surge de la verdadera esencia que compone el universo, no puede definirse en términos tangibles, no es el soporte, es el espacio que existe en ese soporte. Tanto las palabras como la pintura o cualquiera que sea la lengua utilizada, debe romper cualquier estereotipo o barrera racional para permitir asomarse al misterio, al vacío primordial donde el hombre se asoma en busca de la verdad. Por lo tanto, una creación artística no es sino una catarsis que sitúa al hombre en contacto con su verdad interior, le permite conectarse con su porción del todo, bebe de ella, se alimenta y la trae consigo a la realidad. El arte sana a la persona y alumbra al mundo y no puede medirse en términos de masas, no es arte lo que es apreciado por muchos, lo que es retribuido con ganancias materiales. El arte es la búsqueda de uno mismo, el viaje incesante hacia el “dios interior”, el que nos da un sentido, el que nos conecta con el todo, el que nos permite sentirnos uno con lo que nos rodea. Cuando estamos frente a un paisaje, una melodía o cualquier obra de arte en términos de verdad universal, sentimos el misterio, la presencia interior que se manifiesta a través de la consciencia, nos convertimos en el observador que vive el presente, sin saber el por qué pues no se puede atrapar con palabras. Uno sabe que hay un sentido en todo eso, el arte es el ejercicio de encontrar ese misterio en nuestro interior y beber de él para sentir que no estamos separados del mundo, sino que formamos parte de la energía que lo transita todo. El arte no es un acto social ni un conjunto de técnicas, el arte no está en la forma tanto como en el fondo, en los espacios que quedan retenidos en la obra, en el silencio que se advierte alrededor de ella. Cuando se lee un libro no es tanto la habilidad del escritor de utilizar el lenguaje como la liberación de romper las estrategias de la mente y sentir la liberación, alcanzar el espíritu mismo de uno mismo. Igual que el artista crea impulsado por una necesidad primordial que va más allá de las maquinaciones sociales, el que se encuentra frente a una obra de arte debe afrontarla no como un ejercicio de análisis y descripción de la obra, sino como un acto íntimo, absolutamente honesto y personal. De ello dependerá que pueda compartir con la obra y alcanzar el silencio que subyace en esta. Igual que un amanecer no es percibido de la misma forma por dos personas, una obra de arte no puede ser observada a través de un manual de instrucciones ni con complicadas disertaciones de los eruditos de turno. Uno se sitúa ante cualquier momento, cualquier situación, cualquier objeto, con suma humildad, en contacto con su interior, con los sentidos abiertos de par en par y dispuesto a recibir. Es por eso que el arte no es algo que pertenezca a nadie ni tampoco es una fórmula a seguir, es algo que no se puede poseer, que no se mide en términos materiales. Esa forma de arte es solo un negocio construido para crear distancia con la verdad que nos sitúa a todos al mismo nivel, con las mismas oportunidades. Del mismo modo que solo amamos realmente aquello que no podemos poseer, aquello a lo que no nos une el miedo ni las emociones tramposas de la mente, el arte no puede ser restringido, ni puede ser considerado en términos económicos pues es anterior a todo eso es un movimiento de introspección del alma humana que camina hacia la evolución, hacia la ruptura de las barreras con lo que nos rodea. Hay arte en todo lo que nos rodea, a todos los niveles, cualquier acto verdadero de creación en el que reina el amor y el acto noble de extraer de dentro lo más puro de uno mismo. No importan las formas, solo son técnicas que soportan el misterio, que tratan de convertirlo en algo tangible. El arte es una corriente de energía que se mueve gracias al ejercicio poético de observarse y que permite una relación de los hombres entre si y con su entorno más consciente y reveladora..

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de experimentar el verdadero "arte" como tú lo describes leyendo tus palabras. Gracias por elegir el soporte de las palabras para transmitir parte de esa esencia universal. Estoy de acuerdo contigo y me encantaría ver esta reflexión publicada en algún medio para que pudiera llegar a más personas porque tu claridad puede ayudar a más de una persona atrapada en las formas.
Cada día lo haces mejor!

mar_nav dijo...

Estoy totalmente deacuerdo con Mila, expectacular Pedro, mis mas sinceras felicitaciones.En ti se respira ese arte, la intangible busqueda de uno mismo y la representacion intima de ti (utilizando tus palabras). Un abrazo amigo.

 
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