lunes, octubre 08, 2007

El difícil camino de la paciencia

En mucho tiempo recorriendo estos caminos, observando los lugares del camino y bebiendo de su calma, he comprendido que lo realmente difícil es mantener la paciencia, el no dejarse embelesar por la tentación, por las urgencias. En esa batalla por conquistar lo que uno quiere, no se puede obviar que existen en nuestro interior toda una serie de tendencias que nos ponen obstáculos en el camino y nos desvian. La ansiedad no es sino la confrontación entre dos posturas mentales que son incompatibles entre sí. La no aceptación de los peligros del proceso vital nos hace imposible percibir sus verdaderas oportunidades, la responsabilidad de elegir y seguir una dirección con todas sus consecuencias. Para acercarse a un lugar es inevitable alejarse de otros, ese es el verdadero sentido del viaje y uno solo puede ser honesto con su camino y la voz que se alza desde su corazón. El viajero comprometido con su aventura siempre conserva amigos y recuerdos de los lugares que visita pero siempre mira hacia adelante pues su camino es el fin último de sus pasos. No podemos caminar en todas direcciones por miedo a perder posibilidades. El carácter compulsivo de nuestra mente que trata de sostener una realidad demasiado grande, solo hace que sobrepasemos nuestros límites y choquemos contra nosotros mismos. La paciencia no consiste en desistir de los sueños ni caer en la desidia, se trata de confiar en las cosas que permanecen después de que el tiempo se haya cansado de correr, cuando la sensación de angustia se detiene ante la calma y podemos decidir en paz y no anegados por las sensaciones que florecen desde nuestras sombras. Confiar en uno mismo es mantenerse en el camino sin prisas, atento a lo que ocurre a nuestro alrededor y también, en nuestro interior, observándose para no caer en las trampas de la mente, avanzando tranquilo para no perder la intuición, la verdadera visión de las cosas, que nunca se nos muestran blancas o negras, que nunca son como al principio parecen sino que su verdadero sentido se va manifestando cuando el tiempo apaga las prisas, los miedos y todas las profecías de la mente que trata siempre la realidad como si un peligro subyaciera.

No hay comentarios:

 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.