viernes, febrero 25, 2011

El buen adiós

No puedo evitarlo, las lágrimas no responden a mis esfuerzos…

Y no es que esté triste, no podría estarlo cuando mi corazón late contento y siento la dirección enfrente. Vosotros sabéis de qué os hablo.

Siempre seréis mis amigos, mis compañeros,

todo lo vivido viaja conmigo, no dudéis de lo que os digo.

Cuando cierro los ojos, sigo saboreando esos momentos,

el fuego en los ojos, las risas cuando nos entregábamos a lo cotidiano,

junto al fuego con los pies cansados y una cerveza en la mano.

Nos mirábamos sin hablar, veíamos en nosotros más allá de la piel.

Nos vimos caer, levantarnos y volver a caer

y no nos importaba porque cada vez estábamos más cerca.

Y por eso es ahora momento de separarnos

porque el camino continúa y nosotros con él.

Es hora de crear, de construir,

de volver a ponernos a prueba.

No hay comentarios:

 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.