Camino por Murcia sintiéndome como un fantasma. Mi sombra avanza impetuosa por Trapería mientras que soy yo el que arrastra por el suelo. Trato de no pensar aunque mi mente se revuelve como una fiera acosada, aunque las nuevas formas del miedo me atraviesan el alma. Sé qué es lo que tengo que hacer, he estado un sinfín de veces frente a un psicólogo, respirar hondo con el abdomen, no pensar. El sol me araña los ojos y me impide abrirlos del todo. El mundo que me rodea me resulta ajeno y ligeramente hostil puesto que me recuerda que me he vuelto a chocar con la ansiedad y el pánico. De nuevo he de regresar a las raíces, volver a ser niño para madurar, realizar los rituales para retomar la pureza, los sentimientos verdaderos. Entonces, a poco de alcanzar la plaza de la catedral, me encuentro contigo. Te me acercas sonriendo, me das un beso, clavas en mí tus ojos y me coges de la mano. Me preguntas cómo me encuentro. Todo me lleva a decirte que mal, que me siento como un fantasma. Pero me niego, me resisto a sentirme desgraciado teniéndote a mi lado. Mi ritual eres tú.
lunes, febrero 01, 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Siguiendo tu camino amigo mio.
Ritualizando, convirtiendose en canciones.
Empapelando con vivos colores las fachadas de esas calles que te llevan hacia ti.
Callando esas voces obscenas y ridículas tapiadas por el miedo.
Me encanta volver a leerte. Un saludo y como dice una amiga, un montón de abrazos chillaos.
A mí también me alegra volver a leerme.
Poco a poco amigo mío.
Publicar un comentario