martes, diciembre 05, 2006

Despertando lágrimas

A veces es tiempo de bailar con la soledad y de arroparse al amparo de un fuego mientras la tristeza ronda. Los ojos se deshacen y la melancolía acaricia mi corazón. Sé que la alegría volverá pero no pienso ignorar la visita de mi vieja compañera. La escucharé envuelta en esta noche serena pues siempre me enseña. Me sumiré en su dulce embeleso y beberé de su copa. Después quizás me siente a escribir un rato. Las lágrimas siempre son un bálsamo, me traen la calma y arrastran lo superfluo para que pueda seguir soñando. Despiertan las lágrimas y sigo soñando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hay lagrimas que pesan; arrastran y se llevan tras de si mas de lo que debieran,dejando un profundo surco de vacio,que ahoga y araña.Por ello cuida de nuestra vieja amiga,sabia,pero que a veces bruja y embustera,nos visita picara marchando con parte de nuestra alma ,y puede que eso duela

Pedro Francisco Almaida dijo...

La tristeza nos puede presentar los desgarros del alma y enviarnos al abismo de la depresión si nos identificamos con ella. Pero también nos presenta la oportunidad de escuchar el silencio y entrar en contacto con nuestros anhelos y nuestros sueños. Si la recibes y la escuhas ssbiendo que es una de las caras con las que se manifiestan las señales del camino, no habrás de temerla y las lágrimas arrastrarám y se llevarán los ruidos que nos apartan del mundo. Es por esto que hay que brindarle una capa y no temerla, aprendiendo de ella y sabiendo que ahí está la alegría dispuesta a recibir al hombre que lucha y acepta sus cicatrices para afrontar la vida con la pasión del guerrero.

 
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