viernes, abril 29, 2011

Duelo

Sé de alguna manera que estás ahí para recoger mis palabras y ampararme en mi camino. Que en realidad no te has ido.

Así lo he sentido en este largo camino, un año recorrido, digiriendo el sentimiento brutal de ausencia.

Ha sido una lenta procesión de recuerdos, momentos pintados todos ellos de abismal tristeza. Todos ellos los he vivido y revivido hasta guardarlos dentro sin que me duelan.

Incluso me he asomado a mirar tu foto y me he estremecido al encontrar tu mirada, tu extraordinaria presencia.

No he echado en falta a mi tío, es a un amigo a quien anhelo, un amigo del alma por el que hoy doy gracias.

viernes, abril 15, 2011

Esta noche, la vida es buena

De su boca escapan palabras, entre ellas el tempo de una canción,

Unos la escuchamos embelesados, otros se levantan y bailan.

Después del largo viaje que nos trajo hasta aquí, nuestros cuerpos están agotados,

Como en otros tiempos, formamos un círculo entorno a una hoguera,

El fuego nos calienta y nos protege y su luz prende en la cara de ella,

Sus ojos muy abiertos recogen las llamas,

Su voz emana y nos serena,

las palabras van cogidas de la mano de una guitarra.

Abrimos botellas y compartimos,

Las sonrisas florecen sin ningún freno.

Esta noche estamos juntos bajo un cielo preñado de estrellas.

Esta noche nos entregamos a la sencilla alegría del viaje.

Esta noche la vida es buena.

miércoles, abril 13, 2011

Si pudiera

Hay días, hay momentos en que la tristeza es tan profunda...

Cada inspiración me envenena y deseo romper la tiranía de este aire cargado de lenta espera. Si yo pudiera, si yo pudiera...

¡Qué amargo es el sabor de mi saliva!, ¡qué lejos discurren las ilusiones que arrullaban mi espíritu!, ¡toda la pasión con que comencé a andar y qué torcidos están ahora mis pasos!

Cada vez son más las noches que los días y esta melancolía que fluye por mis mejillas. A veces pienso que si yo pudiera, si mi escaso valor me lo permitiera...

Y cuánto sobre amor he leído y cuán desnudo me siento ante su influjo, marcado como estoy por su daga hechicera. Ni un solo segundo deja de dolerme su herida.

Traicionando mi lado racional guardo esperanzas de encontrar aquello, que tal vez espejismo en noches interminables, alimenta de azul mis grises pensamientos.

A veces es un abrazo que despierta los sentidos y enciende mi alma.

Otras es un beso que me hace viajar a años luz del cuerpo, ardiendo las nubes negras para reflejar las estrellas de todos los colores habidos y por haber. Incluso aparece un rostro, no humano sino celestial o más aún, cuyos ojos son espadas de un corazón que late más rápido que durante la vigilia, pero también más fuerte. Una sonrisa, tornado que arrasa males, ola que hace que las lágrimas se pierdan en inmensidades, fantasía de unos ojos despojados de limitaciones anteriores...

Pero cuando despierto, ¡ay cuando despierto!... siento un vacío tan grande que jamás pude llenarlo con un libro, con un amigo, ni mis padres, ni mis hermanos. Me siento desde niño a escribir mi diario tratando de que mi corazón me hable, que me cuente cómo fueron aquellos momentos. ¡qué desgraciado me siento! Traiciono el amor honesto de los que están a mi lado y me consumo en un sueño, corazón mío que me castigas con tus voz que me asalta a cada paso, ¡qué soledad tan mayúscula la mía que no paso un día alejado de ella!, cada día esperando el susurro entre tinieblas, cada día esperando que brille algo de luz en esta caverna.

A veces pienso en salir a buscarla hacia el mundo de los sueños y exclamo al viento si pudiera, si yo pudiera traerla de vuelta.

viernes, abril 01, 2011

Meditación (2)

Cierra los ojos y céntrate en el ahora,

Respira con el abdomen y visualiza.

Estás en un claro en mitad de un bosque.

Frente a ti hay una charca de agua limpia.

Para disfrutar del poder sanador de ese agua cristalina,

necesitas despojarte de todo lo accesorio.

Lentamente te vas desprendiendo de tu ropa,

muy despacio, al ritmo de tu respiración.

Una vez desnudo puedes sentir bajo tus pies la hierba

y sobre tu piel la brisa fresca.

Puedes oír el vibrar de las ramas y el canto de los pájaros.

Te acercas un poco más a la charca pero antes,

decides desprenderte de tu rostro, de todo lo que construye la imagen que tienes de ti

Como si se tratara de una segunda capa de ropa,

te despojas de tu piel y, con ella, de tus pensamientos.

Ya no existen barreras entre tú y lo que te rodea

Ya puedes meterte en el agua,

sentirte parte de ella, de la naturaleza, del universo.

Permítete sentir la unidad, siente cómo te fundes con el todo,

sin perder la conciencia,

sin miedo, libre.
 
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