lunes, septiembre 24, 2007

Sobre el que escribe

No creas nunca que quien escribe sobre soledades, silencios y la voz de los corazones, es alguien elevado que se aleja de los problemas del mundo. No creas que existen personas sin miedos ni penas. Por mucho que las palabras de alguien parezcan escritas desde el altar de la victoria, no lo creas. El que escribe, reflexiona y se construye de esta forma el camino, lo alumbra a base de palabras con las que se escucha y quiere responder a esa llamada que le hace su alma. Siente y padece, llora y se estremece y eso lo lleva a sentarse frente a esta pantalla para no perderse. De este modo dibuja sobre el blanco la dirección que intuye y saca fuerzas de la tristeza para seguirla a pesar de las sombras que lo acechan. Muchas lágrimas se derraman con estas páginas, en vez de salir corriendo se sienta y escribe y, de este modo, se enfrenta a sus temores. Siempre subyace el dolor del poeta que enfrenta con belleza la tristeza, pero su relato queda impregnado de esperanza que comparte contigo. Es un grito de batalla, un clamor de guerra, una bandera que se alza al viento clamando porque sigamos adelante, que todos luchamos, que todos nos enfrentamos a nuestros miedos y, eso, ese despertar de nuestra consciencia, aunque a veces duela, es el único camino verdadero, el que se extiende en pos de nuestros sueños.

Lugares del camino (21)

Taray de Los Santeros (El Albardinal-Torre Pacheco)

lunes, septiembre 17, 2007

Lugares del camino (20)

Otro atardecer lleno de magia

lunes, septiembre 10, 2007

Naturaleza muerta

Un pastor de soledades no es un hombre exiliado y ausente. Un hombre no puede dar la espalda a lo que le da la vida y lo conecta con lo eterno. La soledad no es un excusa para abandonar la lucha y aferrarse a la inexistencia, al limbo de los muertos. Tampoco la tristeza justifica la demencia de no vivir y la huída de quien no afronta sus miedos. Que nadie piense que un pastor de soledades es un ermitaño que vive en la bruma de sus pensamientos y que no responde a la llamada de sus amigos y de su corazón. El silencio no es una condena, ni la tortura de alguien que no sabe vivir sin sufrir, el silencio no es derrota.
No hace mucho que miraba para otro lado, que me escudaba en la rebeldía para con un mundo al que no quería pertenecer. Me encontraba incapaz de participar en una sociedad hipócrita y carente de verdaderos valores, que señalaba a los que no seguíamos los movimientos de la masa. Toda esa farándula de los que se dicen buenos, aquellos que cuidan tanto su imagen y no transmiten nada, que conforman la cúpula de las ciudades: políticos, empresarios y religiosos que pertenecen a cofradías y desfilan con sus caras enrojecidas por el ego. Aquellos que sentencian a los demás y censuran lo que no es admisible para una sociedad. Puristas y puritanos, amantes, según ellos, de las tradiciones y los buenos valores. ¡Qué hipócritas!
Pero, a medida que pasa el tiempo, el hombre que se haya en paz con el silencio y que conoce sus luces y sus sombras, aquel que recorre su camino sin necesidad de mirar al de los demás. Aquel que venció el miedo de ausentarse de todo lo heredado y fue capaz de luchar por encontrar su verdadero nombre, su auténtica dirección. Ese hombre no puede obviar cuanto ocurre en el mundo que lo rodea, forma parte de su evolución hallar su vía de expresión consigo mismo, que es la misma que lo conecta con todo. Y es esa nueva voz la que le hace mirar a su alrededor y entender que no puede estarse quieto, que no puede dejar que otros mancillen sus sueños y destruyan lo bueno del mundo. No puede permitir que se extingan los valores y que la naturaleza se muera, que las personas caminen dormidas y solo vean formas de escapar del miedo. El maldito dinero que todo lo soluciona y tras el cual corremos para llegar a una meta construida de humo, que cuando se la lleva el viento que sopla, deja en su lugar el vacío que nada llena. La vida se vuelve entonces una condena donde uno se ha dejado el tiempo en responder a cuanto se le pedía y se encuentra que solo hay sufrimiento, ni el dinero por el que vendió sus sueños, ni la familia entorno a la cual halló acomodo y una imagen frente a los demás, ni coches, ni casas, ni vacaciones caras. Nada de eso colma la grave sensación de pérdida que le impide encontrarse con el silencio, con la paz, ahí está el absurdo de una vida corriendo detrás de nada, sólo detrás del ego que nunca permitirá que se produzca la calma. Se buscarán emociones efímeras que den algún sentido a la vida y lo destruirá todo porque no sabrá cómo hacerlo, sólo una vida repleta de espejismos, donde parece que hay mucho pero en realidad, nada.
Y no puede permitir el pastor de soledades que el mundo sea devorado por la llama de las ausencias, que sea destruida la naturaleza de todas las cosas, el alma de las personas que nacen repletas de sueños, el alma de la naturaleza donde habita todo lo bueno de este mundo.
No permitiré que los hipócritas sigan escupiendo su ego al mundo, estaré aquí para combatirlos con mis palabras. Para que no cercenen los deseos de crecer de los que vienen, para que no nos sigan ocultando la verdad de lo que hacen. Sus crímenes les serán recordados para que no puedan olvidarlos. Su naturaleza muerta no acabará con la naturaleza viva de todos nosotros, de nuestros bosques, de nuestros árboles. No dejaré que conviertan nuestros valores más profundos en miedo para que no denunciemos sus atrocidades. No quiero su sucio dinero, ni sus trajes ni posiciones, quiero caminar por este mundo sin sentir vergüenza.



viernes, septiembre 07, 2007

Espejismos

Me arrancaron tus brazos del mundo donde habitaba y ya no vivo de noche, donde las apariencias engañan mis ojos y la mente rellena los espacios de mi retina con proyecciones de mi propia oscuridad. Me rescataron tus ojos de los espejismos de mi desierto y ahora ya no creo en futuros construidos con arena. Me embriagué de la sed para inventar lejos de la realidad, para enfrentar miedos en batallas imaginarias. Pero tus besos me situaron en el camino del yo en el que ahora vivo y muero cada día, donde no hay espejismos y sí verdaderas batallas, verdaderos enemigos que combatir y verdaderos pasos adelante.

miércoles, septiembre 05, 2007

Lugares del camino (19)

Atardece en la Azohía (Cartagena)

lunes, septiembre 03, 2007

Lugares del camino (18)


Tejo Milenario de Arangas (Concejo de Cabrales-Asturias)

Lugares del camino (17)

El Picu Arrieyu-Naranjo de Bulnes (Picos de Europa)
 
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