martes, diciembre 26, 2006
compañía
Aquí está este viejo haragán amigo de los animales, viejo chamán que medita entre árboles, gurú del amanecer y los días soleados que se cambia a loco trovador en las noches estrelladas. Ven y siéntate a mi mesa que oirás al lobo aullar a su amada doncella, que verás crepitar entre sombras las luciérnagas. Ven amigo que me recuperas con tus escuetas palabras para ese otro mundo en el que ya no vivo. Te doy las gracias pues esta noche, sentado frente al fuego he soñado, he cerrado los ojos del presente y he viajado al pasado. Gracias porque he visto danzar de nuevo a hombres embriagados de juventud, los he visto compartir su copa abrigando la noche con sus sonrisas, dispuestos a recibir al futuro sin caer en la burda espera. Si, este pastor de soledades te da las gracias amigo mío porque hoy, tu carta me ha llegado y, en medio de las soledades que moran esta casa, he sentido que no estoy solo.
miércoles, diciembre 13, 2006
martes, diciembre 05, 2006
Despertando lágrimas
A veces es tiempo de bailar con la soledad y de arroparse al amparo de un fuego mientras la tristeza ronda. Los ojos se deshacen y la melancolía acaricia mi corazón. Sé que la alegría volverá pero no pienso ignorar la visita de mi vieja compañera. La escucharé envuelta en esta noche serena pues siempre me enseña. Me sumiré en su dulce embeleso y beberé de su copa. Después quizás me siente a escribir un rato. Las lágrimas siempre son un bálsamo, me traen la calma y arrastran lo superfluo para que pueda seguir soñando. Despiertan las lágrimas y sigo soñando.
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